Perpleja
Descolgando Cogí el teléfono, como el que va a la mina a ser la tuneladora de otros, -¿Si? (Sentada en la punta del sofá, escuchando de fondo y a medias un anuncio de la copa ecologica y menstrual) -¿Eva? (Él, muy espabilado, no) -Si, (con recelo, despistada) mi voy sonaba cansada, apática y un poco fría, pero su ¡Hola! fue alegre y energético, así que cambié algo mi humor y contesté con un risueño y forzado ¿que tal?... la conversación transcurrió durante unos veinte minutos entre "bien", "genial", y esa retahíla de estupideces, con aquel optimismo inocente de una primera llamada, de un nuevo contacto. Decidimos quedar, algo sin sexo, no demasiado serio y en plan "sin planteamiento", bobadas que una se dice para dar una imagen de mujer de teleserie de años 90, desenfadada, inteligente y mordaz al 33'4%. Me vestí, (evidentemente, no éramos nudistas(creo)), de una manera casual pero desesperada y añadí al desatino un poco de maquillaje, tapando las im...