Alba
Alba dama de amaneceres
deseosa de esconderse entre la fornicadora noche
abrumada cautivadora
de su resplandor
cuantitativo y agravante
hasta para la más voluptuosa
de la última estrella preñada de deseos.
Muere canina del eco del hombre laborioso
se la traga sin reparar en su rumor rosado
es el corazón pastoril
que de bohemia historia
va lacerante
allí turbio
irá su amante
eso lo sabe ella
y ese Lancelot
lleno de Ginebra
hasta las cejas.
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