Po4
Imposible desprenderme de ese momento que una vez perenne y otra vez envés creciste, clavado en mí.
Mi cuero agrietado en dulce retablos de candiles con girasoles que buscan otros astros, yermos son sin tus fluidos, córrete en mis venas, ¡puto cántabro! Hazlas leche y alimentaré a una legión de hombres que berrearán tu nombre mártil Así s ea venga amor, mío, ea...
Comentarios
Publicar un comentario